El único contacto que tenia con "el exterior" era aquella mano que veía cuando, bajo su puerta, se deslizaba una bandeja con botella llena de agua extrañamente densa con un sabor metálico.
Con el tiempo se había acostumbrado a la oscuridad e incluso empezaba a gustarla, aquella completa ausencia de luz la facilitaba imaginarse otros lugares donde antaño había sido feliz, y así, conseguía evadirse de su triste realidad.
No comprendía que podía haber motivado a su captor a dejarla allí encerrada, sus padres nunca habían tenido mucho dinero así que continuamente descartaba la opción del secuestro y a su mente volvía la misma idea que la atormentaba, un maníaco. Estaría haciendo aquello por placer ? Que mente insana seria capaz de encerrar a una chica de 18 años como ella simplemente por el placer de tenerla prisionera y mantenerla con vida ?
Un ruido al otro extremo de la habitación anuncio la llegada de la bandeja, pero esta vez las manos de Alexa no reconocieron el plato y la botella sino algo pequeño y blando, tras unos segundo explorando aquel bulto se dio cuenta de que latia y tenia pulso, era un animal, acabó cerciorándose de que seguramente seria un perro o un gato. El animal seguía vivo pero por alguna extraña razon no se movía. En ese instante un escalofrió empezó a subir por su espalda y empezó a sentir un ansia inmensa, no era algo racional sino mas bien un instinto, una fuerza contra la que no se veía capaz de luchar. Por mucho que se resistía, aquel instinto la presionaba mas fuerte y al final acabo cediendo.
Con el ansia de una fiera descontrolada, se acerco el animal a la boca, mordió su cuello y empezó a succionar su sangre...hacia muchísimo tiempo que no se sentía ni tan viva ni tan culpable al mismo tiempo.
