Cuando la esperanza acaba y comienza la desesperacion las almas fluyen atormentadas sin vida por las sombrias calles de la desilusion

jueves, 23 de enero de 2014

Reflexión musical

Vivimos en una sociedad que en cuanto a la escena musical deja mucho que desear. Ritmos simples, moduladores de voz, copias de mercadillo y ecos gratuitos. Desgraciadamente el control multinacional de la música nos bombardea desde pequeños con Justin Biebers, Mileys y sucedáneos. Por infortunio estos productos prefabricados caen sobre la masa joven para los cuales, automáticamente, si no escuchas a sus ídolos no tienes ni criterio ni gusto musical.
esto no pretende ser una critica destructiva, solamente una opinión, una simple forma de dar salida a lo que me produce entrar en distintos locales una noche de fiesta y tener que escuchar las mismas canciones una y otra vez.
lo curioso de todo esto es que el proceso "Idol" es cíclico. Todos recordamos de nuestra infancia a niños prodigio (En mi caso recuerdo a Aaron Carter) y Boybands ídolos de masas (Nsync).
De verdad no somos capaces de hacer algo distinto ? Algo nuevo ?
Tanto les costaría a las discográficas dar la misma repercusión a artistas de distintos géneros musicales ?
Somo tan sumamente musicalmente conformistas ?